jueves, enero 20

Salvaje


Vamos a caminar, para explicarte que tú no entiendes
que mi forma de amarte es más chueca que mis manos.
Más deforme que el amor que hay en el mundo
y la paz que se esconde en la violencia.
Quiero escucharte,
este silencio me atemoriza,
me toma entre sus dientes
para después escupirme
como a carne podrida.
Nuestro amor es una ecuación irresoluble,
la raíz de dos,
es un número pi.
Procura admirar mis trozos más enfermos,
para que siempre tengas algo que extrañar.
Siempre te prometes no cometer las mismas barbaridades,
no volver a abrir la boca,
o dejar que escapen ideas demoniacas y dolorosas,
y aquí estoy otra vez, escuchándote, creyéndote, deseándote,
quizás es que siempre creí nacer en un cuento.
Quiero agotarte tanto que cuando te marches de mi morada
no puedas pensar en nada, no puedas jamás volver a querer a nadie,
que tomes tu cabeza ya sin fuerza y la quieras estrellar.

Vamos a caminar,
tomados de la mano,
oliendo a cigarro
y amándonos, amándonos
de la forma más salvaje que menos puedas imaginar.


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