sobreviviendo entre los escombros que dejaste.
Los cigarrillos no alcanzan,
las lágrimas no apagan nada
y sin duda estoy cada día más seca.
Terminaré por abandonarme,
ahogar lo que tengo de ti y lo que queda de mí.
Tal vez entre sueños me extrañas,
súplicas tanto como yo lo hago,
tal vez estas derrumbado,
tal vez es que siempre me ha gustado sentirte tan desgraciado como yo.
Ahora me recuesto y observo aquella estatua que formé con tus sombras,
parece que me llama, que me mira,
parece que quisiera verme así,
ante esta depresión me vigila sonriente.
Sabes que nunca fui capaz de cargar con mis errores,
no sola, tampoco con nadie, solo tú.
Extraño cada una de las imperfecciones de tu cuerpo,
de tu esencia.
¿Extrañas verme llorar?
Las ideas me consumen,
las horas se aferran a pasar lentamente por mi puerta.
La única verdad que me queda es mi reflejo
estoy realmente sola.
Me repito lo que nunca fui capaz de gritarte,
abrazo las cosas que me gustaría tener.
Y ahora que nada tengo,
que todo me hace falta, y que todo esta de sobra,
voy a fumarte.
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