El día se ensangrienta y tú sales de entre las sabanas.
Estoy colgada de las ventanas con las rodillas destrozadas y el alma sucia.
Espera un poco y sigue las sombras que se separan de mí, esta soledad vuela desde lejos y viene con algo de ti.
Quiero que todo calle, para poder arrepentirme, para poder susurrarte todas las mentiras posibles del mundo, todas las verdades que jamás existieron y contarte mis cuantos parados sumergidos en mi intranquilidad, mis cuentos sin princesas, ni finales, sin caballos, sin serpientes, sin esperanza ni retratos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario